El Sol, el Mediterráneo y el coste de Internet



RSS

Hace unos días, buscando información sobre la aportación al PIB por parte del sector tecnológico, tropecé con este interesante gráfico que muestra el tamaño del sector TIC en los países de la Unión Europea.

PIB por países de los subsectores TIC
PIB por subsectores TIC. Fuente: Eurostat
De él se pueden sacar conclusiones muy interesantes. Por ejemplo, se observa el tamaño de sector manufacturero de TIC en Finlandia o Suecia, seguramente gracias al tirón de compañías como Nokia o Siemens.

Se observa también como en los países más avanzados el sector de los servicios TIC es muy superior al de producción de bienes, algo que está en línea con lo esperado.

Por contra, el sector productivo destaca en países como Hungría, Rumanía o Malta donde los costes de mano de obra son más ventajosos. Hasta aquí, todo bastante razonable.

Pero hay un dato un tanto oculto que merece la pena poner de manifiesto: el de los países donde el subsector de Telecomunicaciones es superior a la suma de los otros tres subsectores.

Es decir, los países donde el tamaño de la barra roja es mayor que la suma de las otras tres barras.

Esto ocurre en muy pocos países del gráfico, entre ellos, Chipre, España y Grecia.

El sector de las Telecomunicaciones está conformado por el servicio a empresas y a particulares. La parte más relevante tiene que ver con el servicio a particulares dado el enorme mercado y la gran penetración de la banda ancha fija y, cada vez más, de la móvil en el mercado residencial.

Por tanto, la explicación más simplista del fenómeno vendría a decir que estos países se comunican mucho pero hacen poco. Para ver qué hay de cierto, analicemos cuatro posibles explicaciones a este fenómeno.


1. La explicación según un historiador

Los países bañados por el mediterráneo están fuertemente influenciados por las culturas de los grandes mercaderes fenicios, griegos y cartagineses. Estos pueblos destacaron por su enorme capacidad para hacer negocios con otros pueblos. Esto les obligaba a innovar y hacer uso intensivo de los medios de comunicación más avanzados del momento que, por aquella época, eran los barcos de vela. Con toda seguridad, hoy harían uso intensivo del teléfono, el correo electrónico y las redes sociales para comercializar sus productos.

Probablemente, sólo algo así podría explicar que Grecia sea el país de la Unión Europea con más teléfonos móviles por habitante con un ratio de 1,8 por persona. También destacan Italia y Portugal como segundo y tercero en este ranking. Curiosamente, dos de ellos están económicamente intervenidos y probablemente el tercero se ha salvado por ser too fat to fall.

Suscripciones de telefonía móvil por cada 100 habitantes. Fuente: Eurostat 2013
Suscripciones de telefonía móvil por cada 100 habitantes. Fuente: Eurostat


2. La explicación según un antropólogo

No está claro el motivo pero es rigurosamente cierto que el Sol guarda relación con la necesidad y la forma de comunicación entre las personas. En general, se cumple la máxima de que los habitantes de los países más cercanos al ecuador, con más horas de Sol y luz, se juntan más al hablar e incluso, incomprensiblemente porque por lógica debería ser al revés, suben el volumen.

En los zocos de los países del norte de África los comerciantes hablan con un volumen muy elevado e incluso se tocan al hablar. Ambas cosas molestarían muchísimo a un noruego cuyo volumen de voz es menor y el espacio vital que mantiene con su interlocutor muy superior.

Esto podría explicar el mayor consumo de telecomunicaciones de los países del sur de Europa ya que estar en contacto telefónicamente sería la forma moderna y virtual de estar más cerca del interlocutor.


3. La explicación según un economista

Seguramente, un economista justificaría las diferencias de precios entre países tirando de la liberalización del mercado. Los mercados donde hay mayores costes, probablemente, son aquellos donde hay menos compañías en libre y sana competencia, sin monopolios de facto (asumiendo que los de derecho no son legales). Y para garantizar eso el regulador tiene mucho que decir.

Debe decidir los precios a los que los operadores con red propia deben alquilar parte de su red a otros operadores que únicamente se dedican a comercializar servicios por las redes de los primeros. En función del precio, las condiciones de alquiler y la obligatoriedad de ese alquiler se estará fomentando el desarrollo de una red propia frente a una red construida por unos pocos operadores y explotada por todos los demás. Por otra parte, reduciendo drásticamente el coste de las licencias se eliminarían las barreras de entrada a nuevos proveedores que podrían hacer aumentar la competencia.

Debe también legislar para impedir situaciones como la del coste de la itinerancia de datos entre países, algo en lo que, afortunadamente, parece que ya están trabajando. Hace tiempo que deberían haberse dado cuenta, tanto operadoras como reguladores, que con unos costes tan disparatados se desincentiva el servicio y cuando algo no incentiva no se contrata. Es una versión adaptada de la Curva de Laffer que, en el caso del roaming internacional, viene a recordarnos que existe un punto a partir del cual subir el precio genera menos facturación.

Del mismo modo, debe regular la posibilidad de las administraciones públicas para prestar servicios de acceso WiFi en zonas abiertas de las ciudades, algo complejo hoy en día por las restricciones impuestas y que, a buen seguro, permitiría añadir un competidor más al sector, obligando a un ajuste de tarifas.

En definitiva, el regulador debería velar por la existencia de una competencia real y efectiva que obligue a las empresas a ser más eficientes porque con ello aumenta la calidad del servicio y el precio es más atractivo para los usuarios.

Probablemente, el economista terminaría hablando sobre una mayor salud del mercado y, sobre todo, mejores órganos de regulación en los países donde el precio es más ventajoso. Por contra, menos salud y peor regulación donde los precios son más altos.


4. La explicación según un tecnólogo
Coste relativo de la conexión en Paridad de Poder Adquisitivo
Coste diario de la conexión en Paridad de Poder
Adquisitivo. Fuente: Asociación de Internautas

Está quizá sea una variante de la anterior pero seguro que el tecnólogo añade algún matiz diferente.

El negocio de las telecomunicaciones sigue un modelo deficitario. Es decir, su coste, a igualdad de producto, es menor cada año. Los proveedores deben dar cada vez más caudal para poder mantener el precio.

La gráfica adjunta muestra el coste diario de la conexión a Internet en los países de la Unión, corrigiendo el importe en función del nivel de renta de cada país (PPA o PPP en terminología inglesa).

Casualidad o no, ahí vuelven a aparecer los mismos países (Chipre, España y Grecia), acompañados por Polonia, Letonia e Italia, como los lugares de la UE donde la banda ancha es más cara.

Esto podría justificar el aparente mayor consumo en telecomunicaciones de algunos países, no ya por mayor consumo en sí sino por mayor esfuerzo económico para realizar el mismo consumo.

Siendo malo en el entorno doméstico, lo es aún peor en el empresarial ya que un mayor coste de las comunicaciones merma la competitividad de las empresas en un servicio del que no pueden prescindir.

Como ejemplo, la conexión a Internet le cuesta entre dos y tres veces menos a una empresa británica que a una española.


Terminando

No sé si estas respuestas son correctas, si lo correcto es una mezcla de todas o alguna de ellas o incluso si hay alguna otra posible respuesta que justifica el fenómeno.

Creo que la justificación viene más de las respuestas del economista y el tecnólogo que de las del historiador y el antropólogo pero que cada cual se quede con la que prefiera.


www.tonsofit.com




RSS

Los contenidos de Tons of IT están sujetos a licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0 salvo donde se indique lo contrario.