Google: ¿enemigo público número uno?



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Google ha sido desde sus inicios una empresa de referencia en lo que a buenas prácticas empresariales se refiere, tanto a nivel interno con sus empleados (las imágenes y vídeos que muestran sus instalaciones son la envidia de cualquier trabajador) como a nivel externo con su código de buena conducta sustentado por el ya famoso Don't be evil.

La idea que mejor representa la imagen pública de Google es nuestra percepción del Gran Hermano. Ese gran ojo que es capaz de ver todo lo que ocurre en el mundo y que además lo sirve en bandeja y de forma inmediata para que cualquier voyeur tenga acceso a ello.

Incluso las escuelas de negocio estudian con admiración el caso de Google como la nueva economía del regalo donde cualquier negocio puede ser planteado de forma que el usuario no tenga que pagar por los servicios, buscando la financiación por otras fuentes.

Pero citando a Mark Zuckerberg, no puedes tener 500 millones de amigos sin hacer algunos enemigos. Y Google tiene -bastantes- más de 500 millones de consumidores-amigos.

En los últimos años Google ha pasado de ser una compañía de búsqueda en Internet a ser una compañía enormemente diversificada con intención de liderar otros segmentos de la Red (y de fuera de la Red) como el vídeo online con YouTube, la geo-representación con Google Maps, el correo electrónico gratuito con Gmail, la agregación de noticias con Google News, la publicidad con Google Adwords, las llamadas telefónicas con Google Talk, etc. Pero además, ha entrado en otros sectores como el de la generación energética con Google Energy, los sistemas de información sanitarios con Google Health o la telefonía móvil, entre otros, con su teléfono Nexus One apoyado por su sistema operativo para móviles Android.
En ese escenario, son muchos los jugadores tradicionales de mercados que se están viendo amenazados. Son muchos los frentes abiertos.

Quizá una de las primeras y más nombradas disputas sea el de la publicidad en los medios de comunicación. Es conocida la enconada batalla de uno de los magnates de la comunicación, Rupert Murdoch, contra Google por los enlaces de las noticias de los medios que se sirven desde Google News. En este caso, el negocio está en la publicidad dado que quien primero recibe la visita es Google y no el medio en cuestión y en un buen número de ocasiones (aquellas en las que únicamente se lee el titular) el usuario no llega nunca a la web del medio propietario del contenido. El sitio web del medio de comunicación no recibe ninguna compensación económica por servir las noticias en Google News.

Ese mismo modelo se reproduce en un gran número de sectores dada la enorme capacidad de Internet, y de Google como organizador de la información, para des-intermediar (eliminar intermediarios) en los mercados.

Y con este caldo de cultivo, en el que un buen número de lobbies ven amenazados sus negocios tradicionales (por ejemplo, prensa, energía y comunicaciones, ahí es nada), resulta que Google mete la pata hasta el fondo entrando en disputas legales respecto a su cumplimiento en materia de protección de datos.

Según parece, y así se refleja en las denuncias interpuestas ya en varios países, los coches de Google Street View, cuyo objetivo declarado era fotografiar las calles de las ciudades para posteriormente poder hacer un recorrido virtual desde Google Earth, aprovecharon el viaje para captar todas las señales WIFI que encontraban a su paso. Y una vez identificadas las señales WIFI almacenar la MAC y el SSID publicado por el punto de acceso junto a un esnifado de la red en todas aquellas redes que no tenían la seguridad habilitada. Es decir, almacenar todo el tráfico que circula por esa red en el momento en el que el coche tiene acceso a ella. Según ha reconocido públicamente en su blog se han almacenado más de 600 GB de información en un total de 30 países.

Ante semejante metedura de pata por parte de Google (eso no tiene discusión), los medios de comunicación de todo el mundo no han tardado en ponerse en pie de guerra; los mismos medios que están en lucha desde hace tiempo con la compañía por los ingresos de la publicidad y la propiedad intelectual de las noticias.

Un ejemplo de ello es el alemán Frankfuter Allgemeine Zeitung que no ha dudado en comparar a Google con un servicio de espionaje al decir que la Stasi -servicio secreto de la antigua Alemania del Este- se pondría verde de envidia si pudiera recopilar este tipo de información. De hecho, ya hay un país -Australia- que ha confirmado que las prácticas de Google son contrarias a sus leyes de protección de datos. Por cierto, el mismo país que vio nacer al magnate Ruper Murdoch...

Pero incluso hay quien va más allá. El Gobierno alemán está preparando una Ley que regule la captación de imágenes de forma que un ciudadano pueda determinar que no desea que la fachada de su casa (es posible que no haya nada más público que eso) sea grabada por el coche de Street View u otros similares. El Ministerio de Consumo estima que 200.000 alemanes solicitarán a Google la eliminación de sus viviendas del mismo modo a lo que ya se hace con las caras de las personas. El mismo Gobierno alemán que ya ha indicado que Google Analytics, probablemente la herramienta de análisis de uso de la Web más potente y extendida que existe, es ilegal en Alemania.

Y por si eso fuera poco, Google está siendo investigado por la Comisión Europea en relación a prácticas anti-monopolio ante la denuncia de varios sitios web que reclaman un mejor posicionamiento en los resultados de búsqueda. Según indican los denunciantes, los algoritmos de Google utilizan patrones de comportamiento que no se ajustan estrictamente a criterios de relevancia sino que les penalizan en base a intereses espurios.

La cuestión de fondo es si Google es o no una empresa de confianza. Si puede confiarse en Google para que albergue todo el contenido de los buzones de correo de los ciudadanos (más de 200 millones de personas por todo el mundo en la actualidad), si puede confiarse en que Google no esnifará las conversaciones telefónicas en Google Talk o si puede confiarse en que Google posicionará los resultados de las búsquedas de acuerdo a criterios con trazabilidad y no a intereses comerciales. En definitiva, si el lema Don't be evil de Google es real o es un puro elemento de marketing.

La verdad es que más allá del más que desafortunado hecho de la captación de las redes WIFI, Google nunca ha dado muestras de utilizar la información personal de sus usuarios para tareas diferentes de aquellas para las que fue recolectada. De hecho, si se piensa fríamente surgen dudas respecto a qué valor tiene la información (MAC e SSID) de las redes WIFI, aunque en esto está claro que Brin y Page ven negocio donde nadie lo ha visto aún.


Lo que es evidente es que Google ha entrado de lleno en el Olimpo de las empresas; ese lugar donde eres ya tan fuerte y tan poderoso que tus competidores te respetan, te temen y no dudan en usar cuantas armas tengan a su alcance para debilitarte.

Google tiene mucha información y mucho poder; algunos pensarán que demasiado. Y en esa situación, parece lógico pensar que pase a ser visto por muchos Gobiernos y sus lobbies no ya como el Gran Hermano sino como el Enemigo Público Número Uno.

Y lo bueno y lo malo de ser el enemigo público número uno es que solo puede haber uno. Quizá por ello otras empresas que estaban siendo acosadas legalmente por sus dudosas prácticas ahora guarden un respetuoso silencio; cuando el enemigo se equivoca lo mejor que se puede hacer es no distraerle.

Google tiene por delante una dura travesía por el desierto para volver a generar confianza entre sus usuarios y para sortear como buenamente pueda las más que probables sanciones por invasión en la intimidad.

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1 comentarios

  1. Pienso que Google si es una empresa de confianza, o mejor dicho, quiero pensar que no va a hacer una utilización fraudulenta de los datos que ha recabado, que efectivamente suponen una mancha en su expediente y constaran como una “cagada” durante muchos años.

    En mi opinión ha triunfado en el mercado con un nuevo modelo de negocio y las empresas que ya estaban establecidas la consideran como una amenaza real teniendo además una posición de liderato.

    Dices con gran acierto que “cuando el enemigo se equivoca lo mejor que se puede hacer es no distraerle”, yo quiero aportar otra frase del refranero popular y que se ciñe perfectamente a este caso y es que “en tiempos de guerra cualquier agujero es trinchera”. Le van a intentar arañar mercado amparándose en el mas minimo patinazo, porque ninguno está dispuesto a renunciar a su pedacito de pastel. Además es legítimo y sano que defiendan sus modelos de negocio, porque de aquí nace la competencia, y de esta ultima triunfan los más fuertes, que no siempre es lo mejor pero en la mayoría de las ocasiones suele ser asi.

    La territorialidad es inherente al ser humano desde los tiempos prehistóricos, y hoy en día ya no se utilizan palos y piedras, hemos evolucionado hacia otro tipo de guerras más sucias y sibilinas, las descalificaciones, la siembra de la duda, etc. Un ejemplo seria la lucha de Microsoft vs Linux, aunque en este caso es el gigante el que golpea al pequeño, al que quiere sacar la cabeza, y por eso comentaba que lo del más fuerte no siempre es lo mejor…

    Google ha crecido demasiado rápido, y cuando se experimenta un gran crecimiento en poco tiempo es difícil mantener el control de la situación. Las empresas gigantes suelen dividir su negocio en partes más pequeñas pero más fáciles de controlar, incluso debería invertir en mejorar su imagen y convencer a sus detractores. Quizás sea este el próximo paso que ha de dar.

    Voy a salir por uno de los laterales: yo alucino cuando la gente se rasga las vestiduras porque se ha “grabado su casa”, se han recopilado datos de su línea adsl, etc. ¿Cuál es el objetivo? ¿con que intención lo han hecho? ¿han incumplido alguna ley para poder reclamar algo? se preguntan. Pero no se dan cuenta que después en facebook dejan su perfil abierto y podemos contemplar extasiados el PhotoBook de su familia, perro y amigos, con fechas de nacimiento, gustos, preferencias, etc. Yo me siento especialmente sensibilizado con aquellos que cuelgan fotos robadas de ellos mismos en ropa interior, o nos muestran con todo tipo de detalle (video incluido) el día que se han cogido una castaña. Que divertido!!! Estaría bien investigar si se bajan música de manera fraudulenta, si las licencias de programas su ordenador son las originales, etc.

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