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Sistema abierto, ecosistema cerrado



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Logo de Apple, Windows y Linux
Hablando de sistemas operativos y fabricantes de hardware, no es descubrir nada nuevo asegurar que en el mercado del PC hay dos visiones absolutamente antagónicas respecto al desarrollo del negocio.

Por un lado Windows y Linux y su ecosistema abierto en el que cualquier fabricante de hardware puede vender sus maquinas con el sistema operativo preinstalado. En este modelo, los dueños del sistema operativo no se posicionan, al menos no claramente, por unos u otros fabricantes de hardware.

Y por otro lado está el Mac de Apple en el que ningún fabricante puede diseñar maquinas para él, únicamente el propio Apple puede hacerlo. Esta visión responde a la obsesión de Apple de controlar todo el proceso, desde el diseño hasta el punto de venta pasando por la fabricación, el marketing e incluso el embalaje.

En pura lógica, atendiendo a criterios de razonamiento empresarial clásico, mas competidores trabajando en un mejor producto debería generar mayor innovación para los clientes. El hecho de que haya más mentes pensantes -empresas- trabajando en la evolución de un producto y la propia competencia entre ellas debería provocar una mayor innovación. Parece lógico.


¿Y en los móviles y tabletas?

Sin embargo, esa misma lógica no parece estar aplicándose al mercado de tablets smartphones.

Como es de esperar, Apple no ha modificado un ápice su política de diseñar y fabricar como un todo tanto el hardware como el software del iPhone e iPad. Ningún proveedor tiene acceso al proceso en ningún punto, desde el diseño del producto hasta el punto de venta. Incluso las operadoras tienen vetado manchar los aparatos con sus logotipos -únicamente puede aparecer la manzana- ni pueden personalizar los terminales con tonos o imágenes preestablecidos, tal y como hacen con cualquier otro fabricante.

¿Es la home de Microsoft o la de Nokia?Pero quienes sí parece que han realizado un viraje estratégico importante son Microsoft con Windows Phone y Google con Android.

Por un lado, Microsoft no tiene problemas en anunciar los teléfonos de Nokia en la home de su sitio web pese a que otros fabricantes como Samsung, LG o HTC también diseñan teléfonos para su Windows Phone. Microsoft y Nokia son (aún) empresas diferentes pero está claro que su acuerdo estratégico tiene dos consecuencias. Primero, que deja un poco apartados al resto de fabricantes de hardware y segundo que su fabricante estrella, Nokia, diseña los teléfonos de forma conjunta con los diseñadores y programadores del sistema operativo. Es decir, el mismo modelo que aplica Apple pero con dos empresas que mantienen una alianza en lugar de una única compañía.

Samsung y Android
Y Google hace exactamente lo mismo con Android. No es casualidad que la presentación mundial de Android 4 Ice Cream Sandwich se realizase en Hong Kong conjuntamente con su aliado estratégico Samsung. La alianza va incluso más allá ya que el teléfono que la propia Google comercializa en su web, el Nexus, es fabricado por Samsung.

Todo ello pese a que el ecosistema Android está enormemente poblado con otros fabricantes de gran tamaño como Sony Ericsson, HTC, LG, Huawei, ZTE, Acer o Motorola.


La innovación y la competencia

Los fabricantes de sistemas operativos para teléfonos móviles y tabletas parecen haber aceptado de facto la visión de Apple de que no puede conseguirse una gran experiencia de usuario si el software y hardware no se diseñan conjuntamente.

Apple lo lleva al límite haciendo todo el desarrollo de producto internamente al tiempo que Google y Microsoft lo hacen manteniendo alianzas estratégicas con un único proveedor, aún cuando permiten que otros formen parte del negocio.

Surgen algunas preguntas: ¿Fomenta más la innovación la competencia de fabricantes o es mejor trabajar en profundidad con uno solo? ¿En qué situación quedan fabricantes como HTC? ¿Acabarán estas estrategias alterando por contagio el mercado del PC?


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Calcule la edad de su empresa de TI



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Las empresas, al igual que cualquier ser vivo, describen un ciclo biológico que va desde el nacimiento, pasando por todas las etapas propias del crecimiento, hasta la madurez y posterior envejecimiento. Finalmente, a veces, acontece la muerte aunque a diferencia de los seres vivos las empresas tienen la capacidad de insuflarse botox de forma masiva y volver de nuevo a una etapa previa a la mayoría de edad. De hecho, si son hábiles, puede repetir ese ciclo de forma indefinida.

La edad de las empresas
Fuente: www.adizes.com
Entendiendo este concepto se puede comprender el motivo real que se esconde detrás de que el valor de las acciones de Apple bajen casi un 10% en solo un día tras conocerse que su presidente, Steve Jobs, anuncie una nueva baja médica.

Para ilustrar los pasos por los transcurre una empresa de TI utilizaremos los diferentes estadios propuestos por la metodología de Adizes en Managing Corporate Lifecycles. Analizando cada una de estas etapas se debería poder ubicar a cualquier empresa de TI y plantear los pasos necesarios para reubicarla en una nueva posición.


El enamoramiento y el nacimiento

Para que una empresa exista primero debe haber nacido y antes del nacimiento es necesaria una etapa denominada enamoramiento en la que el emprendedor se enamora de una idea. Durante esta etapa es tiempo de soñar y no pensar en exceso en la viabilidad económica. Lo importante es tener una idea que sea bien aceptada por los consumidores y todo está supeditado a ello. Sin embargo, tras el nacimiento se produce uno de los momentos con más riesgo de la empresa ya que, habitualmente, el emprendedor no es experto en finanzas y cualquier pequeño contratiempo puede poner en riesgo la viabilidad económica de la idea. Tal y como ocurre con los bebés, es la fase de la vida que presenta más momentos de debilidad.

Durante esta fase la figura del emprendedor es imprescindible ya que si por cualquier razón deja de estar comprometido con la idea la empresa simplemente desaparece. El emprendedor es clave, su empuje, tesón y capacidad de trabajo harán que la empresa comience sus primeras etapas de crecimiento.

Si la fase de enamoramiento no concluye con el nacimiento de una empresa se puede decir que se ha producido un affaire o un rollo de una sola noche.


Las etapas de crecimiento: Infancia, Go-Go y Adolescencia

La primera etapa, la infancia, presenta significativos ratios de mortalidad infantil, bien por falta de tesorería (el emprendedor se ha centrado en exceso en la idea y ha descuidado la gestión económica) o bien porque su interés por la idea decrece. Tal y como ocurría durante el momento del nacimiento, el emprendedor sigue siendo clave dado que es quien asume personalmente el rumbo de la empresa sin delegar ninguna decisión. Por tanto, durante esta etapa es clave un crecimiento equilibrado en cuanto al desarrollo de la idea y la gestión financiera.

No hay grandes referencias de empresas de TI en esta etapa dado que aún no tienen la relevancia ni la notoriedad como para ser conocidas en el mercado.

Superada la infancia se llega a la fase go-go. Durante esta fase la compañía comienza a tener éxitos y en ocasiones esto hace que tanto ella como su líder se vuelvan un tanto arrogantes. El rápido crecimiento inicial (hay que tener en cuenta que partía de cero) les lleva a pensar que pueden competir con los grandes del mercado, con los líderes ya establecidos. Llevado al extremo puede ser letal.

El líder sigue siendo imprescindible ya que aún se delegan muy pocas decisiones. La compañía, aún no teniendo un marketing bien definido, comienza a orientarse al mercado en lugar mirar únicamente al producto. Empieza a crecer pero sus sistemas de gestión interna no siguen al mismo ritmo. Hay grandes y manifiestas carencias en la gestión administrativa, financiera y de personal dado que lo importante y casi único sigue siendo la idea.

Logo de Facebook
Facebook es una empresa go-go. En Facebook todo gira alrededor de su creador Mark Zuckerberg (¿alguien conoce a algún directivo más de la compañía pese a tener varios miles de trabajadores?). No se concibe Facebook sin él. Y como compañía tiene la arrogancia necesaria para enfrentarse a Google y otros por la gestión de los contactos. Sin duda, tiene todas las características de una empresa en la fase go-go.

Llega la adolescencia y con ella llega el renacimiento de la empresa. Durante esta etapa será clave que el fundador aprenda a delegar en todo aquello en lo que puede encontrar mejores perfiles en el mercado. Deberá soltar la gestión económica, financiera, marketing, ventas, personas,... y probablemente seguir centrado en la estrategia, en la idea, en la diversificación,...

Este cambio provocará un relevo en la dirección general de la compañía pasando del emprendedor, el líder, a un director general profesional con experiencia al timón de grandes compañías. El líder continuará como presidente, ideólogo, estratega,... A su vez, este relevo en la dirección general provocará escaramuzas internas incipientes entre los de siempre y los recién llegados que, si todo ocurre con normalidad, cesarán en poco tiempo. Si no ocurre así habrá un divorcio entre los que aún piensan que la idea está por encima de todo y los que creen que además de la idea hay que tener un plan de negocio viable.

Logo de Google
Google es un ejemplo de empresa en la etapa de adolescencia. Ha sabido hacer una transición pacífica y su director general, Eric Schmidt, tiene tanta notoriedad como sus fundadores, dueños y estrategas Larry Page y Sergey Brin. Al tiempo, Google tiene un mercado muy bien diversificado desde su tradicional buscador Google.com y la publicidad con Adsense, investigación energética, TI asociada al sector sanitario, su propia televisión Google TV, un operador de comunicaciones sobre Internet con Google Chat,...


La madurez

Pasada la adolescencia se llega a la madurez, momento en el que la compañía iguala el enfoque estratégico con los sistemas internos de gestión. Hay una bien definida planificación estratégica y un correcto control de gestión, una clara orientación a resultados, una buena tesorería,... En general, la empresa está bien engrasada internamente. Gracias a la fuerza de su caja, en esta etapa la compañía tiene la capacidad de diversificar llegando incluso a comprar y crear nuevas empresas.

La empresa sigue aún creciendo aunque a menor ritmo que en la adolescencia y probablemente lo más importante en esta etapa es no caer en la auto-complacencia. Ha sido duro llegar pero lo será aún más mantenerse.

Logo de Oracle
Un ejemplo de esta etapa es Oracle. La compañía de Larry Ellison busca situarse permanentemente en la franja que separa la adolescencia de la madurez. Incluso el color rojo de su imagen corporativa intenta buscar un punto de impulsividad más propio de los adolescentes que de personas maduras. Al tiempo, este carácter impulsivo también permite que el mercado le perciba como una empresa con un alto nivel de innovación. Del mismo modo, quizá el hecho de que su fundador siga siendo la persona más conocida de la compañía es un rasgo que aún le une a la adolescencia.

Piensa diferente, de Apple
Al igual que Oracle, otra compañía que está continuamente a caballo entre la adolescencia y la madurez es Apple. La compañía de Steve Jobs es capaz de reinventarse constantemente creando tendencias. Su perfil es altamente innovador  y todo ello, en parte, gracias a su ideólogo. De ahí que si se anuncia su baja médica la compañía sufra un duro varapalo en bolsa de inmediato. Porque esa capacidad de reinventarse se debe en parte a su fundador.

Logo de IBM
Probablemente el exponente más claro de esta etapa sea IBM. El big blue busca con ahínco esta ubicación (no se concibe, ni probablemente desea, una IBM excesivamente aventurera) pero estar permanentemente en esta posición es probablemente una de las opciones más complejas. Debe saber combinar la experiencia y madurez con la capacidad de innovar y de reinventarse permanentemente. No resulta extraño por tanto que IBM compatibilice su imagen pública de compañía seria y con arraigo con ser la empresa con más patentes año sobre año y una inversión en I+D superior a los 6.000 millones de dólares.

Logo de Microsoft
El cuarto ejemplo de madurez es el de Microsoft. Su transición, el reemplazo de Bill Gates por Steve Ballmer, ocurrida hace unos años es un claro síntoma de ello aunque en el caso de Microsoft probablemente ahora mismo se encuentre en la franja derecha de la madurez, la que separa la madurez de las siguientes etapas. Microsoft necesita reinventarse a sí misma una vez que su líder e ideólogo ya no está en la compañía. Claros ejemplos de ello son su realineamiento hacia los servicios frente a su anterior modelo de negocio basado en la venta de cajas o su incondicional apoyo a un nuevo modelo de negocio basado en la nube. A esto último se ve obligada por la fuerza con la que empujan los que vienen por detrás, fundamentalmente Google.

En cualquier caso, todos ellos son capaces de mantenerse en la etapa de madurez sin dar grandes bandazos entrando de nuevo en las etapas de adolescencia, ni grandes parones tras los que caerían en las etapas de decrepitud.


Las etapas de decrepitud: Aristocracia, Burocracia temprana

Todo lo que no mejora, empeora. La decrepitud comienza cuando la compañía deja de ser flexible y le cuesta cada vez más adaptarse a los cambios del mercado. Ya no es creativa; es más, piensa que conoce los gustos del cliente mejor aún que el propio cliente y es este último quien debe cambiar para adaptarse a lo que produce la empresa.

Salón de los espejos en Versalles
Versalles, símbolo máximo de lujo, ego,
endogamia y ostentación
La primera fase de la decrepitud es la aristocracia. En ella el control de gestión manda sobre la estrategia y lo importante no es qué se hace sino cómo se hace y quién (dentro de la compañía) lo hace. La innovación es prácticamente inexistente a todos los niveles lo que hace descender el nivel de motivación de quien tiene la capacidad para llevarla a cabo pero no tiene los apoyos internos suficientes para iniciar proyectos.

La empresa aristocrática busca el aumento de facturación mediante el aumento de los precios y no mediante una mayor eficiencia o eficacia. Es su falsa sensación de supremacía la que le hace creer que el cliente está dispuesto a pagar más por sus productos o servicios. Esto le llevará a perder cada vez más cuota de mercado haciendo el problema cada vez más grande.

A diferencia de lo que ocurre con las empresas en las primeras fases de crecimiento, tienen una fuerte tesorería dado que no saben en qué invertir (las empresas go-go siempre tiene más ideas que capital). En parte, esa puede ser su salvación para volver de nuevo a la adolescencia o madurez, bien comprando tecnología o compañías que le permita reposicionarse en el mercado, bien reorganizando el poder interno de cada departamento para volver a dar más peso a las áreas de desarrollo de producto, I+D y marketing.

Cuando ya no son posibles más aumentos de facturación mediante alza de los precios se llega a la burocracia temprana. En esta etapa se reproducen todos los problemas de la fase anterior pero con mucha más virulencia.

La tensión interna es ya máxima y abundan los conflictos de personal. En ocasiones se inician cruzadas inquisitorias para identificar a los culpables de los problemas sin buscar las causas ni sus posibles soluciones. En ese escenario, la mejor forma de destacar es no crear problemas y pasar desapercibido. Es el triunfo de los profesionales grises. El centro de la compañía son los empleados y sus luchas internas y no el cliente o el mercado.

Logos de Nokia y Blackberry
No hay muchas referencias de compañías en estas etapas dado que en el sector TI se pasa de la madurez a la muerte a gran velocidad. La tecnología evoluciona a un ritmo vertiginoso y un fallo puede ser la diferencia entre estar o no estar entre quienes marcan las tendencias. Por citar algún ejemplo se podría hablar de Blackberry, Nokia o Windows Mobile que no han sabido leer los cambios que estaban ocurriendo en el mercado de los teléfonos inteligentes con la irrupción del iPhone y los teléfonos basados en Android.

Windows Phone 7
Microsoft ya ha reaccionado tirando por la borda veinte años de desarrollo en el sistema operativo Windows Mobile y empezando de cero el desarrollo de  Windows Phone 7. Ahora falta ver qué ocurrirá con Blackberry y Nokia, antes lideres y creadores de tendencia y ahora en absoluta recesión.


La Burocracia y la Muerte

Con la burocracia llega el momento de rehacer por completo el modelo de negocio o resignarse a desaparecer. La empresa ya no genera suficientes recursos para subsistir.

La empresa ya no es capaz de tomar decisiones. Los clientes no son capaces de obtener nada de útil de ella dado que cada vez que le plantean un problema la empresa responde con otros dos problemas más. De hecho, la empresa se vuelve sorda y simplemente no oye a sus clientes.

Sus sistemas de TI no están integrados ni responden a las necesidades del cliente. Pero esto tampoco crea malestar interno porque la organización es absolutamente endogámica y únicamente piensa en sí misma. Lo que está fuera de la propia empresa no existe. Se hace evidente que solo existe porque nadie se ha tomado aún la molestia de registrar su defunción.

Después de la burocracia sobreviene la muerte. Únicamente hay dos opciones para que esto no ocurra. La primera es que la empresa consiga un mercado de nicho suficientemente poco atractivo para la competencia que le permita seguir viviendo pese a ser nula en eficiencia, eficacia o innovación. Pero eso es cada vez menos frecuente dada la híper-competitividad y exceso de oferta que caracteriza a nuestro entorno. La segunda razón es que la empresa tenga un cliente cautivo. Nuevamente, para desgracia de este tipo de empresas, el concepto de cliente cautivo es cada vez más discutible. Nadie quiere, ni probablemente puede ni debe, ser cautivo de nada.


Conclusiones

Estar permanentemente en la etapa de plenitud no es fácil. Hay que saber combinar la visión a medio y largo plazo, la estrategia, con el control de gestión propio del corto plazo. Esto hará que haya pequeños vaivenes entre el final de la etapa de adolescencia y el principio de la etapa de aristocracia manteniendo siempre el centro en la madurez.

Para ello es fundamental la innovación, e innovar no consiste en sentarse a pensar que busca el mercado. Hacen falta líderes capaces de esforzarse en conocer muy bien al cliente y después tener la visión y valor necesarios para adelantarse a sus necesidades. Esto lo saben bien las empresas de TI, un mercado en el que los plazos de crecimiento y decrecimiento se estrechan al máximo. Si algo se hace bien se sube muy rápido pero por la misma razón se puede caer a la misma velocidad.

Todas las referencias son de grandes corporaciones multinacionales pero la metodología de Adizes es aplicable a empresas de cualquier tamaño. Volviendo al inicio, ¿somos capaces ahora de calcular la edad de nuestra empresa de TI?


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¿Por qué nos gusta tanto el iPhone?



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En plena crisis económica y vemos como hay cientos o miles personas que hacen cola toda una noche para ser los primeros en comprar un teléfono móvil que no destaca precisamente por su reducido precio. ¿Qué tiene el iPhone para ser capaz de conseguir estos masivos cantos de sirena al consumismo?

iPhone de Apple
Empecemos por lo obvio, la carcasa

Apple ha diseñado su iPhone sobre algunas premisas de partida revolucionarias frente a lo que los usuarios estaban acostumbrados. Más allá del diseño de la carcasa sorprende el hecho de que no hay posibilidad de sacar la batería ni tampoco existe ese pequeño agujero que permite hacer reinicio en frío del dispositivo. Ambas posibilidades son muy útiles en otros dispositivos cuando deja de responder.
El motivo no es que a Apple se le haya olvidado diseñar una tapa retráctil en la parte trasera del teléfono sino que el sistema operativo del iPhone está diseñado para que nunca se quede 'colgado'. Y aunque es cierto que se ha guardado un as en la manga para poder hacer un reset en frío mediante una combinación de teclas, lo cierto es que, efectivamente, el dispositivo es muy estable y la opción de quitar la batería para volver a empezar simplemente no es necesaria.

Lo 'único' que Apple ha tenido que hacer es escuchar a los clientes de los Smartphones basados, fundamentalmente, en Windows Mobile (también en Blackberry desde que incluyen aplicaciones Java de forma masiva) para saber que la gente no quiere teléfonos que se quedan colgados y en los que hay que reiniciar el dispositivo para volver a estar de nuevo online.


Más allá de la carcasa

Dejando de lado lo tangible, el principal cambio del iPhone respecto a todos sus competidores es la simplificación máxima de la tecnología y la conversión de todo en servicios.

El iPhone tiene un icono que muestra la previsión meteorológica para los próximos cinco días. Esto no es nuevo dado que los Smartphones anteriores ya podían hacerlo lanzando el navegador de Internet y accediendo a las páginas de Yahoo, MSN, ... donde podían encontrar esa información.
La diferencia es que Apple ha simplificado al máximo el proceso: el usuario no sabe de donde proviene la información (es de suponer que tampoco le preocupa conocer la fuente que, por cierto, es Yahoo) y simplemente hacen clic en el icono y ven la previsión. Ni más, ni menos.
El usuario de a pie no quiere tener que recordar la web que facilita la previsión meteorológica, simplemente, quiere verla.
Lo mismo ocurre con el servicio de vídeos de YouTube, la descarga y compra de música en iTunes, información bursátil de Yahoo, el servicio de mapas y cartografía (integrado con GoogleMaps), etc. El trabajo previo es, de nuevo, escuchar a tus clientes y llegar a acuerdos con otras compañías para tejer Redes de Servicios ya empaquetados.

Al margen de eso, el iPhone es diseño, diseño y más diseño. Un ejemplo de ello es el movimiento de los menús de forma horizontal en lugar de los clásicos menús verticales de Windows Mobile o Blackberry. ¿Y donde está la ventaja de ese cambio?, se preguntarán algunos. Pues en algo tan simple que molesta no haberlo descubierto antes: el movimiento horizontal del dedo pulgar es mucho más natural, amplio, rápido y preciso que el mismo movimiento para conseguir un desplazamiento vertical. Y además exige menos esfuerzo a la mano. Por ello, en el iPhone, todo lo que puede hacerse con desplazamiento horizontal se hace de este modo.

Otro cambio, que por obvio sorprende, radica en que el interface de usuario es el dedo y no incómodos palitos necesarios para seleccionar los elementos de la pantalla. Para ello, únicamente ha sido necesario diseñar un interface de usuario donde el tamaño mínimo del área de selección está definido por el grosor del dedo. Nuevamente, se trata de cuestionarse el GUI del dispositivo incluso en aquello que se da como dogma de fe y descartar o mejorar todo aquello que, simplemente, se hace así porque siempre se ha hecho así.
Probablemente el GUI de Windows Mobile es un poco acertado intento de Microsoft de reproducir el GUI de un PC sobre un dispositivo de mano.

Quizá por ello, los usuarios de iPhone habitualmente manejan el teléfono con una sola mano mientras que los usuarios de Smartsphones pre-iPhone necesitan las dos para desenvolverse por los menús. Estas son las pequeñas cosas donde Apple marca la diferencia.

Y por último, la sencillez llevada al extremo. El sistema operativo del iPhone parte de la base de que debe ser autosuficiente para el 99,9% de los problemas técnicos y de configuración de parámetros que se pueden dar. En ningún caso se transfiere la responsabilidad de la decisión al usuario. La diferencia de enfoque frente a los dispositivos pre-iPhone es radical ya que estos tienen la desagradable costumbre de plantear cuestiones al usuario para las que, en la mayor parte de los casos, no tiene la capacitación técnica necesaria.
Es impensable para Apple que el iPhone solicite al usuario la configuración para el enrutado de mensajes SMS, WAP, GRPS, UMTS... Esa información debe venir automáticamente por la red del operador.


Un teléfono inteligente es, sobre todo, un teléfono

Pero, ¿qué se espera de un teléfono inteligente? Ante todo, que sea un buen teléfono, y en eso iPhone -desde la versión 3G- cumple con creces. El teléfono siempre debe responder y además hacerlo con rapidez dejando atrás la desagradable percepción de usuario en otros Smartphones en los que tras pulsar la tecla de aceptar la llamada había que esperar tres o cuatro larguísimos segundos hasta que el dispositivo habilita la comunicación.

Además del teléfono destacan especialmente la navegación de Internet y el correo electrónico. La experiencia de navegación por la web es realmente buena (muy cercana a la de un PC) excepto cuando se topa con páginas que incluyen contenido Flash sin tener contenido alternativo. Y es que iPhone no tiene soporte -ni parece que lo vaya a tener a corto plazo- para el Flash Player de Adobe (lo que puede ser, si no lo es ya, un serio problema para Adobe y su tecnología Flash).
Como único pero a sus prestaciones se podría citar que no dispone de opción para gestionar Notas replicadas con servidor y que la Agenda -aunque mejorada en la última versión- aún tiene algunas pequeñas limitaciones.


Gestión de las expectativas

Es curioso que en la época del Open Source, en la que parece que todo lo chic debe estar basado en aplicaciones de las que se dispone del código fuente (aunque no se sepa para qué hace falta), lo cierto es que Apple ha conseguido un éxito incontestable sin liberar absolutamente nada de su conocimiento. Ni el código fuente del sistema operativo o sus aplicaciones preinstaladas, ni las características técnicas internas del dispositivo -más allá de lo básico-, ni el acceso a la instalación de aplicaciones sin pasar por la Apple Store.

Y el modelo funciona; con más de 200.000 aplicaciones disponibles para iPhone se hace evidente que disponer o no del código fuente del dispositivo no es impedimento alguno para poder desarrollar un modelo de negocio sobre él. Incluso Microsoft comienza a desarrollar para Apple (la versión de su cliente de Messenger está disponible en la Apple Store).

¿Qué ha conseguido Apple con tanto oscurantismo? Ha conseguido una extraordinaria gestión de las expectativas. Durante los meses previos a cada lanzamiento (3G, 3GS o 4G) ha ido 'liberando' datos técnicos de los diferentes modelos, siempre en sitios web no oficiales -incluso con denuncias por espionaje al más puro estilo James Bond-, lo que ha despertado la innata curiosidad humana en el colectivo de los devotos a Apple y en el de los potenciales clientes.

Esta estrategia choca frontalmente con otras como la de Microsoft, conocida en ocasiones como vaporware por su costumbre de anunciar productos que no existen ni lo harán en el corto plazo, o la de Google por su gusto por mantener sus productos en fase beta durante meses, e incluso en ocasiones años, a la espera de que sus usuarios vayan puliendo el acabado final. Lo que es claro es que a Apple esta política de oscurantismo le funciona.

Gracias a todo lo anterior, la notoriedad de iPhone en el mercado es ya brutal. Como prueba, y aunque no sea una referencia muy académica, la palabra iPhone aparece en 478 millones de páginas según los resultados de búsqueda en Google, prácticamente lo mismo que sus tres principales competidores juntos, Windows Mobile con 225 millones de páginas, Blackberry con 134 millones de páginas y Android con 121 millones de páginas. Aún más, millón arriba o abajo, éxisten prácticamente el mismo número de páginas que contienen la palabra iPhone que las que contienen la palabra Apple. Es decir, la notoriedad como marca de iPhone es similar a la propia marca que lo ha creado.


Precio

El precio es un excelente comunicador y en el caso de Apple un precio en la franja superior del segmento representa el toque de exclusividad con el que la marca impregna a todos sus productos. Es impensable un iPhone a precio de teléfono de gama media dado que a) no lo es y b) aunque lo fuera un precio bajo no sería bueno para el negocio en el segmento que intenta liderar.


Cuota de mercado

Como sería de esperar, una elevada notoriedad en el mercado y un índice de satisfacción de usuario elevado (más del 80% de los usuarios de iPhone dicen que éste será también su próximo smartphone) implican una cuota de mercado relevante y en alza.

Cuota de mercado de las plataformas de móviles

En muy pocos años, desde luego muchos menos de los que llevan RIM y Microsoft en este mercado, iPhone ha conseguido posicionarse en el segundo lugar como retador y empieza ya a inquietar al líder.

Las estadísticas de Nielsen sobre la penetración de cada uno de los fabricantes en el mercado de smartphones son claras: Crecen iPhone y Android y tanto Blackberry como Windows Mobile están en recesión.


Penetración de los smartphones
Y no hay que olvidar que el smartphone tiene ya una cuota en el mercado de la telefonía en general cercana al 25% y creciendo a un ritmo de 3 puntos porcentuales cada trimestre, impulsados fundamentalmente por el deseo de acceder a contenidos de Internet en movilidad, lo que, sin lugar a dudas, es del agrado de las operadoras al incrementar así el consumo de ancho de banda de sus clientes.

Los proveedores de teléfonos móviles convencionales (Nokia, Sony-Ericsson, etc) debería hacer suyo lo de que cuando las barbas del vecino veas cortar...


Para terminar

Escuchar y analizar aquello que los clientes dicen que no les gusta (y lo que sí), cuestionarlo todo, absolutamente todo, y no tener miedo a proponer nuevas soluciones. No es una mala propuesta.

Manzana de Apple
La imagen corporativa de Apple bien podría ser un patio de colegio con ingenieros con cara un tanto infantil y una mente abierta y sin prejuicios, con unas orejas muy grandes para escuchar todas las conversaciones de sus clientes, posibilitando con ello la verdadera innovación.

Ese es el secreto de iPhone, la innovación: hacer cosas que hasta entonces nadie se había atrevido ni tan siquiera a plantear. Apple ha sido capaz de revolucionar el segmento de los teléfonos inteligentes para hacerse un hueco, un enorme hueco, en un mercado con un enorme potencial de crecimiento;  las operadoras estiman que en menos de tres años el tráfico en Internet en los móviles superará al tráfico de los enlaces de banda ancha fija.

(Intencionadamente no se ha incluido una referencia a las novedades de iPhone 4G porque para eso ya está el sitio de iPhone en la web de Apple).

Volviendo a la pregunta del inicio, ¿justifica toda esta innovación pasar una noche esperando a las puertas de las tiendas de gadgets para ser el primero en adquirirlo? Que cada cual opine.


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